Como se puede observar, en esta exposición se mostrará una cuidada selección de obras de todos los géneros, cronologías y formatos. Así creo que han reunido lo mejor del artista, lo más singular y significativo.
Debo decir, que bajo mi punto de vista el motivo y estilo de este artista se aleja mucho de lo que a mi me puede agradar, pero he observado otros aspectos que sin duda son envidiables y no pueden pasar desapercibido.
En cada una de sus obras he tenido que detenerme unos minutos pues cada pincelada, cada destello de luz me sorprendía. Posee una pincelada viva, lo cual hace que sus pinturas permanezcan en nuestras mentes una vez que las dejas de mirar...Cada rincón representado en sus cuadros guardan un secreto el cual tienes que captar para enriquecerte de su belleza.
Pero por otro lado pienso que tanto número de detalles puede aturdir al espectador, pues éste se puede sentir colapsado. A mí en algunas de sus obras me pasó, me coloqué frente a uno de los cuadros más grandes de la exposición (véase cual es al lado derecho) y quede totalmente colapsada, pues había mucho elemento y cada elemento poseía muchos más en los cuales no podías apartar la mirada, tenias que observarlo uno a uno, entonces cuando intentaba desconectar, pensaba en frío y caía en la conclusión de que era demasiada información, bajo mi opinión tendría que saber cuando perder la forma, rebajar el número de detalles...
Otros de los aspectos a destacar es el increible dominio que posee de la figura humana, pues están anatomicamente perfectas, creo que esta exposición nos hubiera venido muy bien haberla visto al comienzo de este cuatrimestre para saber comprender y entender la figura de los modelos que actualmente estamos realizando.
Uno de los cuadros que más me han llamado la atención ha sido el del niño muerto, perfectamente colocado en su cuna. Es increíble ya que le ha dado a la piel esos tonos fríos que reflejan el acto de la muerte. Yo la primera vez que pasé por delante de este cuadro solo con mirar la piel del niño, los tonos que había utilizado, supe que ahí se representaba un niño muerto ¡y ni siquiera había leído el título de la obra!
Tengo que volver a resaltar su pincelada...suelta y continua, de trazo corto y preciso. Esto es lo que hace la fuerza de los contrarios...una pequeña pincelada hace que un cuadro sea grande.
Y sin lugar a dudas el cuadro que más me a gustado por todos sus aspectos (sea quizá el menos importante de toda la exposición? ha sido este:
Se trata de un cuadro abocetado que no tiene nada que envidiar a ninguno de los otros, no es de un gran formato ni posee un acabado pleno, parece sin terminar y eso es lo que lo hace bello.
Comentar un poco y valorando en general, los cuadros donde aparecen las vírgenes me ha descuadrado un poco, pero metiéndome en la época en la cual se realizaron estos cuadros si debo apreciar su magestuosidad, pues Manuel Gómez ha sido capaz de dotar a estos de un carácter ascendente y voluminoso, espiritual y plenamente religioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario