Pilar y Amada son dos
jóvenes chicas que trabajan en colectivo desde el 2007. Se formaron en la
facultad Alonso Cano y actualmente están en el periodo de investigación del
doctorado y paralelamente trabajando sus proyectos personales.
Se mueven e investigan
continuamente sobre certámenes y exposiciones de arte contemporáneo en los
cuales algunas de sus obras han sido seleccionadas o premiadas, bien por la
carga crítico-social que aportan al público o bien por la originalidad de sus
resultados plásticos.
La temática de sus obras
giran en torno a reflexiones sobre el paisaje, sus lugares y sus posibilidades
de actuación. La especificidad del lugar es la clave para crear sus obras.
Se despliegan en pequeñas
acciones donde lo importante es la huella, el ritmo mediante el cual la obra se
fabrica en el proceso de su hechura, una hechura que por lo general acude al
paso del tiempo, al deterioro, al desgaste de la evolución del devenir.
Esbozan dentro de tanto
decorativismo barato... es como una bocanada de aire fresco en el universo del
Arte.
Mediante sus proyectos, el colectivo Pilar+Amada
fundamentan un verdadero manifiesto en torno al paisaje dentro del espacio de
la galería.
No conciben el paisaje y sus lugares como estáticos,
sino que éstos han debido ser descubiertos, recorridos y observados para verlos
como tal.
En la búsqueda de un planteamiento creativo del paisaje piensan que es necesario imaginar un
recorrido, fijar motivaciones que llevan a reflexionar el entorno, caminar sin dirección determinada y dejarse influenciar por la propuesta del terreno. Así, se ha de atender a la libertad de acción que reclama el pensar del paisaje, tomando contacto con lo que está fuera para reinterpretar la experiencia, hablar de la necesidad de salida, más allá de los límites de la casa-estudio y más allá aún de los límites que impone la cotidianidad.
En la búsqueda de un planteamiento creativo del paisaje piensan que es necesario imaginar un
recorrido, fijar motivaciones que llevan a reflexionar el entorno, caminar sin dirección determinada y dejarse influenciar por la propuesta del terreno. Así, se ha de atender a la libertad de acción que reclama el pensar del paisaje, tomando contacto con lo que está fuera para reinterpretar la experiencia, hablar de la necesidad de salida, más allá de los límites de la casa-estudio y más allá aún de los límites que impone la cotidianidad.
Esta intervención efímera reclama la importancia de los espacios naturales en la ciudad reclamando un momento de atención a éstos. El sitio especifico en este caso es el paso del río Darro por Granada. Su peculiaridad reside en la inmersión de éste dentro del espacio urbano. Actuando sobre su caudal visible utilizando un colorante totalmente natural (Extracto de remolacha, Betanina E162)
Esta es otra de sus intervenciones. La llevaron a cabo sobre la única construcción que aún se mantiene como recuerdo de la línea ferroviaria que cruzaba PozoBlanco, Córdoba, la caseta de un paso a nivel a la entrada del pueblo.
Marcaron el dibujo de la sombra que proyecta la caseta sobre el suelo en dos horas puntas de la mañana y dela tarde , una forma poética y efímera que busca la conciencia del paso del tiempo y el deseo de que ciertos momentos perduren.
Sobre estas y otra obras más tienen vídeos que pueden ver en su blog colectivo:
http://vimeo.com/pilaramada
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