¿Quién dijo que sólo se pudiera pintar con pintura?
A la vista de esta exposición de Rivera vemos que no sólo es posible pintar con pintura, sino que también podemos hacerlo mediante elementos tan normales y corrientes como lo es el metal, la maya metálica, arena etc.
En esta exposición "De Granada a Nueva York", Rivera nos muestra un recorrido dentro de sí mismo en el que nos deja ver la indagación de este artista por la búsqueda de un material y un estilo compositivo que satisfaga sus expectativas.
Pues esta exposición nos muestra el transcurso de Rivera desde un cuadro plenamente figurativo como lo es su representación del Castillo de Lanjarón hasta su obras más abstractas como lo son sus numerosas y diferentes representaciones del Albaicín
A pesar de tender a la abstracción sus obras en esta etapa no abandonan ese carácter figurativo pues somo capaces de ver casas o callejuelas con formas sutiles. Se puede decir que en general rozan el límite entre lo figurativo y lo abstracto.
Nos deja ver en estos cuadros como indaga con materias como la arena, como representa lo que hay tal como lo ve a través de la pintura. En algunas de sus pinturas tiene una manera de trabajar tosca pero evolutiva, resulta por planos de color y esto hace que sea capaz de jugar con las formas y sus disposiciones dentro del lienzo.
Como él decía "Yo no soy un pintor abstracto por que todas mis pinturas parten de la realidad" por lo tanto sus obras pueden definirse como figurativas dentro de su propia verdad, recordándome esto a la forma de trabajar de Picasso.
Vemos formas en sus cuadros y somos capaces de asociarlas a algo. En esta etapa sigue buscando nuevos materiales le harán progresar en su trayectoria.
Esto lo he podido apreciar cuando he subido a la segunda sala donde se a producido un gran contraste.
Deja atrás la pintura como elemento de representación y comienza su estudio bajo las posibilidades que le otorgará el alambre y la maya metálica.
Es la parte de la exposición que más me ha gustado pues las formas me sugirieron formas al azar y las sombras que estas obras proyectaban en la pared parecían formar parte de ellas, por lo tanto se puede decir que el fondo estaba un poco condicionado por la luz. El espacio entre la pared y el cuadro(a unos 10cm) le hace crear un espacio.
Sus obras se convierten casi en una instalación, pues poco a poco va creando variedad de planos creando a su vez cierta profundidad. Se ve como la maya metálica es poco a poco más uniforme lo que le permite proyectar sombras con diferentes matices e intensidades.
A pesar de haber cambiado de material, en realidad no cambia mucho su estilo pues sigue representando esas formas geométricas en el espacio. Sabia lo que iba a hacer y poco a poco va perdiendo la composición clásica de la cual partió.
lo último de su exposición he podido apreciar un mejor estudio y composición de la obra. Ahora alterna con el fondo, pues no sólo la obra está dentro del marco sino que la saca fuera de este, tocando así los tres ejes del espacio. Es la utilización compositiva del alambre con la cual es capaz de desplazar el peso de la obra pareciendo incluso, un arte óptico.
A la hora de trabajar estas obras...¿habrá intencionalidad?si y no, pues bien explico, digo que si que tiene intencionalidad por que a la hora de poner los pivotes sabe dónde ponerlos pero creo que no la tiene ya que la obra final (cuando le añade la maya metálica) no la termina de conocer hasta una vez terminada.
Bajo mi punto de vista, el marco podía ser un condicionante para él.
A otras de las conclusiones que he llegado ha sido que tenía la necesidad de dotar de vida a sus obras, ya que mediante el oxido es lo que consigue, por eso pienso que cuanto más tiempo transcurre por estas obras más ganan.
Como perspectiva y opinión general de estos trabajos de Rivera debo decir que me ha gustado mucho su manera de tratar el alambre y sus posibilidades pero sus pinturas no han terminado de llenarme interiormente.